domingo, 7 de agosto de 2011

Mandioca Campeón 2011 ¡Felicitaciones muchachos!


Esto quedó del primer título mandioquero. Abrazo Grande para todos.


Debería ser más fácil empezar un texto literario cuando la alegría redobla las apuestas de la escritura, pero no es así. No por que sería banal y demasiado adjetivado caer en lo absurdo del floreo continuo y las primaveras interminables, no prometo esquivarlas todo el tiempo, pero si desde el principio.
Recurro a un arma simple y organizada como es la historia, el paso del tiempo mismo. Muchos me tildarán de simplista y aburrido, puede ser que estén en lo cierto.
Real Palangana no es un nombre que venga a terminar de redecorar las líneas anteriores, sino un calificativo que fue el rival directo en el bautismo inicial de este grupo de amigos, transformado por momentos, en un equipo de fútbol.
La democracia existió desde un principio en la institución, no me acuerdo el resultado final pero creo que Deportivo Mandioca ganó por goleada.
El tiempo fue sucediendo y las caras fueron cambiando al igual que los resultados. Arrancamos siendo un 6, para graficarle el transcurso de la historia en materia futbolística, me animo a decir que alguna vez, en esos comienzos pisamos el 7 o lo abrazamos por lo menos. Después caímos estrepitosamente, como el conteo de un cohete a punto de salir pa la luna. Pero seguimos, y el tiempo se ocupó de que las cosas fueran cambiando, ni para mal, ni para bien ojo, siempre con el firme objetivo de aquella carga anecdotaria que este viejo equipo cumplió a raja tabla.
Un reduccionismo abrupto nos depositó una temporada en los torneos de fútbol 7 en el cual, también nos faltó gente. Por esos tiempos se rumoreaba la triste frase “nos juntamos a jugar al Paddle y no llegamos a juntar 4”.
Sangre nueva necesitaba el Mandioca para sostenerse en el tiempo. Muchos de los viejos iniciadores emigraron buscando nuevos horizontes laborales, otros tantos nos quedamos. Se agregaron varios personajes al plantel que redondearon una temporada magnifica en el ascenso del 2009. Los asados pasaron a ser concurridos de una forma inimaginable, apareció una hinchada sorpresiva con banderas, papel picado y mate. Era otra la historia. La primera división nos encontraba al inicio del año y las expectativas no eran tan espectaculares, con salvarse del descenso nos alcanzaba. Igualmente, la lista de prioridades mandioqueras se iba completando sin traicionar a sus antepasados. Las anécdotas fueron llegando para agigantar las vitrinas de “Las historias pa contar”.
Sería engorroso e interminable desarrollar cada una de ellas pero si es importante destacar que estas terminan por rellenar una copa que tendría otro significado si no estuviera completa, rebalsada de situaciones. Por que no significan nada si no están llenas. Colmarlas es lo más difícil, porque uno puede ganar copas vacías pero siempre estarán vacías y con el paso del tiempo uno olvidará que existen o para que brillan en su opaco de las vitrinas en algún living de la casa.
En cambio una copa llena tiene otro valor. Tiene miles de cosas adentro que uno va sacando para ser trasladado al momento mágico del recuerdo y la emoción de aquella historia que siempre va a ser un brindis absoluto de alegría.
Gracias a esto, hay solo un paso entre las antiguas frases de sufrimiento, las victorias, los asados, las anécdotas, el “vengan todos”, aquel tiro libre mas largo del mundo, la bronca de algún “sacá al equipo carozo”, “dejalo, es el lindo del equipo”, algún reto al futuro fibra que a pesar de que era su debut siguió viniendo, lentes negros de sol de un sábado interminable, los piropos de dutto, Héctor!!! Y millones de anécdotas mas que saldrán de aquellas copas, cualquiera de ellas, desde la primera hasta de la que no existe y sino, recurriremos a algún video del turco faruk que nos puede refrescar la memoria. Felicitaciones a todos los mandioqueros y salud por una nueva “historia pa contar”!!!

domingo, 28 de noviembre de 2010

Es difícil definir a Mandioca


Es difícil definir a Mandioca. Primero por que hay que descontextualizar su origen lingüístico como tubérculo para volverlo un tuberculoso del futbol y las reuniones cotidianas. Deberíamos arrancar desde este punto para iniciar su origen.
Dejaremos de lado todo lo que corresponde a su etimología como planta y solo nos dedicaremos a inmortalizarlo en el plano de lo “deportivo”, si se lo quiere clasificar en un principio de este relato.
No hay mejor trabajador de la eternidad que el tiempo mismo. Este corredor inalcanzable vive sus días embebido por una contradicción difícil de explicar y en un arrepentimiento continuo, diría insuperable. Está obligado a repasar su existencia diariamente y encontrar en muchos casos que ha engrandecido, sin querer y algunas veces, a personas, instituciones o demás sujetos poco agradables que resurgen de la vida misma de este actor (parafraseándolo al tiempo como una cosa viviente) y terminan por inmortalizarse para siempre en su continuidad y en la historia semejante.
No se si mandioca entraría dentro de este caso. Seguramente que si. Imagino al tiempo regocijándose de dolor en algún rincón del universo cuando repasa este cuento ganado por nosotros mismos, que contradictoriamente a el, disfrutamos sin cesar en esta venganza de la eternidad propia que conseguimos de forma colectiva.
Discúlpenme el atrevimiento hacia el pasado pero me parece sustancial a la hora de definir al deportivo mandioca, siempre libertando la constitución misma de esta organización de amigos. Leyendo algunos fragmentos puedo rescatar con orgullo la siguiente afirmación “Institución creada con los fines de engrosar el material anecdotario de sus participantes (…) Entre sus logros cuenta con varias estrella de historias pa contar” No me parece poco, mas me parece mucho. Me parece mucho como institución deportiva decidir la lucha contra el tiempo en materia de anecdotario y no desde lo deportivo mismo, lo cuál sería más fácil, supongo.
Digo más fácil en esta idea social del primero como el mejor y así sucesivamente hasta caer en lo más profundo del desprecio futbolístico, lo cual muchas veces excluye de juntadas y reuniones, estas, a las que mandioca decidió poner en el pedestal desde el día de su misma creación. Para mi, como integrante y analista de mate amargo, no tiene comparación alguna, ni con la copa mas grande del mundo ni con el primer puesto del universo mismo.
Así, los asados se hicieron los entrenamientos más comunes. Se cambiaron los piques cortos por picadas largas. Las abdominales duras por costillas y vacíos blandos. Los gritos de sudor por canciones y guitarreadas. La respiración cansada por charlas inagotables.
Esa fue el arma y parece que nos funcionó. Por que además, así como alguien nos puede imaginar, también logramos el título deportivo, pero con la excusa del asado final.
Que mejor que jugar un ultimo partido imaginándose la alegría y la mamúa de los compañeros en la conclusión del día de aquel festejo glorioso.
Pero ojo. Por que mandioca además tiene la ventaja de la derrota. De regocijarse de alegría ante la misma sonrisa del fracaso deportivo. Esta contradicción utópica para algunos, solo se trabaja con los años y con las ideas. Es una ventaja que difícilmente se consigue y difícilmente se enseña. Solo hay que entenderla y seguramente se disfrutará de la misma manera que los laureles del éxito. Por eso, cuando quiero definir al deportivo mandioca no encuentro otra alternativa que repasar estas luchas inconcientes contra el tiempo y la derrota, un tiempo que ante su propio pesar, seguramente me seguirá dando la razón con el paso de su vida.

jueves, 25 de noviembre de 2010

El Retiro


En el día de hoy se retira de nuestro Club un valuarte inconmensurable del plantel. Sí señores, el Intratable Bruno Di Gennaro cuelga los botines y se dispone a un traspaso que ha dejado un hueco en la mitad de la cancha que será difícil de tapar. The Tetons FC., incorpora a sus filas a un "player" de alto vuelo y frondosa cubana que le aportará todo el " raspa - raspa" que necesita un plantel que apuesta a ser un grande del fútbol puntano.
A las cero horas del día lunes, nos tocará realizar un análisis para solventar esta perdida y quienes toman las decisiones deberán incorporar un jugador de similares características. Pero ¿cómo comenzar esa búsqueda? ¿Cuales son aquellas pautas que nos guíen? El plantel de Mandioca sufre de los males que sufre todo plantel de primera división, y por favor no lo neguemos. Estos tiempos nos marcan un quiebre, una descomposición en los grupos de trabajo. La juventud se distrae con los celulares, el uso un denominado juego lúdico de "winning eleven" o PC Fútbol y no logra concentrarse en los objetivos deportivos. Una relación de dudosa heterosexualidad entre dos integrantes oriundos de un mismo pueblo, motiva un ritmo imparable de salidas hasta altas horas de la noche bajo la excusa " nos cuidamos entre nosotros". Jugadores de la veja escuela ya no quedan, preguntamos por Laspada... Se retiró; ¿Pinocho? ;... para eso lo tenemos al Turco dijo uno de la tribuna; Schiavi... tiene contrato con Newell’s! ; Ruggeri.... ya no juega!! , Que lástima! ( no no ... , podés odiarlo, insultarlo pero lástima.. lástima no se le tiene a nadie maestro) .Este muestreo, que no por rápido es errado, nos muestra que será difícil encontrar un jugador de tamaño calibre pero confío en su olfato Don Ghersi para sumar al plantel un muchacho experimentado, corte de cabello " acubaneado" , estatura por debajo de la media y Que le guste usar las medias sobre las rodillas.
Señoras y señores, comienzan los 90 minutos del deporte mas hermoso del mundo y nos jugamos el tercer puesto... a jugar!

lunes, 7 de junio de 2010

Se vistieron de escuderos


No hizo falta nada más. Todos sabemos que fue eso y nada más que eso. Todos sabemos que cada día que pasa somos más y más, y nadie se pregunta por que.
Los que juegan y los que no, se suman a la fiesta cada uno de los sábados de este año que empezó unos meses para atrás. Los asados ayudan y mucho. Teníamos razón al decir alguna vez que era preferible faltar al partido y no a la fiesta culinaria de cada reunión mandioquera.
- Se puso sentimental, dirá algún mal intencionado. Puede ser, - ¿y por que no? Si es la verdad. No hizo falta nada más.
La tarde arrancaba mala para los supersticiosos. 17 marcaba la lista de convocados en aquel fin de semana. Remarcando la desgracia de un número cargado de prejuicios, el cual debe recorrer los pasos de su vida con esa mochila desagradable que alguna vez alguien le puso, inquietaba a un puñado de jugadores que alguna vez, pusieron un pesito en la quiniela.
Inconvenientes en el horario después, nos depositaron en el predio una hora y media antes de lo convenido. ¿El rival? También era distinto, un puntero y con cierta carga literaria y deportiva que engrandecía un espectáculo mas que sabroso y lindo de jugar.
Ni el caballo de Troya ni la espada de Damocles hicieron falta para demostrar la inseguridad de aquellos que alguna vez ostentaron un gran poder que ellos mismos habían inventado. Solo ella y nosotros, todos, los 17 y mas que estábamos ahí desenmascaramos ese imperio de papel.
Y el tiempo empezó a correr de una manera brutal y distendida a la vez. Se respiraba confianza pero nadie quería decirlo, por las dudas. Garra y compromiso hicieron un primer tiempo desprolijo y refinado. Mordía el mediocampo intentado desmoronar el muro. Ayudaba la defensa empujando desde atrás y el arquero a lo suyo, entre flechas y voladas se ocupaba de detener al oponente ancho de ego.
La pelota se dibuja por derecha encontrando en aquel gladiador de dientes apretados, la mágica zurda en forma de espada que dejó a aquellos caballeros mirando al sur con una sola estocada, la cuál colocó solo al hidalgo delantero que empujó, con una mágica destreza, el arma de la tarde al fondo de la red. Gritos de victoria nos depositaban a la vanguardia del encuentro.
Aguantar la ofensiva rival sería el futuro de la historia. Todos se vistieron de escuderos, hasta los que estaban solo destinados a atacar. Cargando esos pesados escudos, que alguna vez nos enseñó a usar aquel fantasma desdichado, el sacrificio parecía ser la salida adecuada.
Pero como en cada cuento, de verdad o de ficción, siempre hay un maldito pero (el que hace algunas veces, como en esta, más lindas las historias). El empate llegó cuando el día se acababa, cuando el primer tiempo se despedía en su andar fatigado, así nos fuimos todos a tomar agua y descansar en aquel aljibe de ansiedad.
El punto del comienzo del relato se describe perfectamente en esos 5 minutos de descanso. No volvieron los mismos, o casi los mismos. Nuevos, muchos, 6 son muchos. Sin querellas los de afuera, que dejaron la arena, el terreno de juego, alentaron a los que estaban por salir. Por eso no hizo falta nada más. Todo estaba escrito ya.
El silbato del segundo tiempo asomaba como el sol por el horizonte del este reiterativo y rutinario. Había que volver al ruedo y de repente ella, como parte de la historia que tratamos de contar, era el arma más punzante, era la protagonista absoluta para derrocar cualquier intento de imperio de papel. Y ahí sale, volando, flotando por el aire se dispone a llegar al destino indicado. En su paso por el viento recuerda asados, canciones, bailes, historias, anécdotas y demás, y sigue flotando y se acerca al punto exacto en donde los globos se cansan de volar y así, se desploma en el ancho de la red para brindarle aquella panza de alegría que el tejido tanto espera. Se derrumba, se desmorona la leyenda, se escribe una nueva, la de los pequeños gladiadores vestidos de verde y azul, con el mapa de “las historias pa contar” como estrellas de victoria, se disponen a intentar construir un nuevo imperio, sin barreras ni muros altos, sin broncas ni hechiceros de mal gusto, sin soldados ni escuderos, solo imperios de asaditos y ferné.

domingo, 16 de mayo de 2010

"Hasta la victoria siempre"


Temprano me senté solo contra el alambrado verde que da a la avenida Valparaíso. A lo lejos caminaba el guille, que mas temprano que yo, saludaba a unos viejos compañeros que se disponían a jugar. Aburrido dejé las cumbias que me acompañaban en el mp3 y me fui a buscar la planilla para empezar a llenarla.
- Mandioca somos, - le dije al de la mesa de control. - ¿Como van estos?, le pregunté.
– Dos a cero gana el taladro. Me dio una carpeta, la birome y emprendí el regreso.
Tarareando aquellas cumbias olvidadas, esquivaba los susurros del invierno. A lo lejos se veían llegar. Encapuchados los muchachos hacían su ingreso al predio que los vería correr aquella tarde.
- Míralo a este con ese gorrito, tiró uno de los vagos mientras los demás se saludaban. Nos juntamos todos a llenar las planillas y a dar el equipo. Éramos una banda, como 15 o mas. La hinchada se arrimaba al fogón de los nervios, saludaban y enseguida arrancaban a colgar las banderas.
- Salimos con el Turco Yuni, Guille, Joaco, Emma y el Turco Faruk, el Eze, Bruno, Santi y el Fibra; y arriba vamos con Dutto y Pablito.
De ahí nomás a precalentar. Se movían los muchachos mientras nosotros, los suplentes, les robábamos unos buenos mates a la barra.
Ejercicios complicados de coordinación decoraban una tarde más del deportivo mandioca. Ansioso el Santi, sin ganas de correr ya, fue a buscar al arbitro del partido que se hacia esperar.
Arrancaban los 30 primeros minutos y se podía oler, con cada ráfaga de viento que soplaba desde el sur, las ganas de no volver empatar.
Abanicaba bien la defensa de izquierda a derecha, se prestaban la pelota el 3 con el 4 invitando a los centrales a sumarse al bailongo. Los cincos se arrimaban con la entrada en la mano para que los dejen jugar. El 8 desbordaba incansablemente por derecha y el 11 dibujaba sobre la línea de cal. Un perro que pasaba por ahí se quiso sumar en un tiro libre nuestro, como diciendo, “si juegan estos ¿por que no puedo jugar yo?”, equivocado no ingresó ni al área penal. El arquero descolgaba algún que otro centro mientras soportaba los puñales del invierno. Los delanteros se turnaron las ocasiones de gol, cerca de convertir estuvieron ambos, pero el 0 a 0 redondeaba un primer tiempo de resultado rutinario.
El fantasma del empate nos saludaba de atrás del arco aquel. Se le podía ver una sonrisa cargada de barro y picardía. Nos cantaba un 0 a 0 desafinado de fondo que nos preocupaba un poco pero, nos hacíamos los distraídos.
Había que cambiar a la gente. No por el resultado en juego, sino por las obligaciones que todos tenemos de jugar. Arrancaban los 30 minutos finales. Pelotazos desesperados para callar a aquella sombra desdichada decoraban el inicio.
El reloj corría incansablemente, hasta que un centro por la izquierda encontraba al goleador de la tarde que se despachaba con el primero de sus 3 tantos.
Después vino el segundo y el tercero, luego de un desborde mágico del lateral izquierdo y el volante por el mismo sector. Descuento del rival que solo servia para asustarnos un poco. A lo lejos, se escapaba antes que terminara el encuentro aquella figura de malas intenciones. Enojado por su diabólica actuación por suerte, decidió mudarse a la cancha de al lado.
Así, Mandioca volvió a la victoria. Mandioca volvió a la punta del campeonato. Mandioca volvió a encontrar. Mandioca volvió. Mandioca.

miércoles, 28 de abril de 2010

“Muchachitos ojos de papel”



Internet sabe de muchas cosas, entre ellas tiene la bondad de adelantarnos y redescubrirnos personajes, acontecimientos, cuestiones del mundo pasado (sobre todo) que nunca recordamos en infinitas charlas con amigos o en momentos de soledad absoluta. Repetitivo ya esto por muchos escritores en el tema quiero desarrollar mi parte. Citándome a ayer mismo, en donde no me acordaba como se llamaba la hermana (pongámoslo entre comillas) de ALF no me quedó otra que recurrir al ciberespacio (malísimo este sinónimo). En otros tiempos uno llegaba a la escuela y antes de saludar preguntaba, “Che, ¿Cómo se llamaba la hermana de ALF?”, la mayoría se reía pero por suerte siempre saltaba uno/una que decía LIN y te sacaba esa mochila de 200 kilos de la espalda.

Internet también tiene la bondad de dejar escribir lo que uno quiere (lamentablemente lector piadoso) y no solo a mí y al Deportivo Mandioca, sino también a la gente de Poxipol, equipo contra el que disputamos el sábado pasado una fecha mas del interno de medicina. Contextualicemos un poco más la cuestión. (Por que hasta acá no se entiende nada jefe).

Yo estaba conectado al MSN (esto de hablar que uno esta conectado a algo también deja mucha tela para cortar, pero lo desarrollaremos mas adelante) e ingresa el compañero Fibra (volante por izquierda) del Deportivo Mandioca y me desarrolla en un breve renglón “Mírate esta pagina”. Más vale que me pasa una dirección a la que yo ingreso hábilmente (remárquese) haciendo clic con mi dedo índice sobre un botón que tiene el Mouse o ratón.

Era una nota que escribía el equipo rival. Arrancaban diciendo “Por la tarde del Sábado, Poxipol se enfrentaba a Mandioca un rival directo por la lucha del primer puesto en la zona”. Agrandado decidí seguir leyendo, sabiendo ya el final de la historia. (Del partido digo, no de la nota).

Del primer tiempo encuentro en ese texto un desarrollo literario de no mas de dos párrafos, en los cuales los desarreglos defensivos, los contragolpes de Mandioca “Destinado a aferrarse a la victoria” (2 a 0 por cierto) y “el impensado resultado para Poxipol a esa hora de la tarde” redondean una idea poco clara de un acontecimiento glorioso como fueron esos 30 minutos iniciales del plantel Mandioquero (me chorrean los dedos de adjetivos lindos pero continuemos).

El segundo tiempo se pone en marcha, Poxipol “al que le habían tocado el orgullo” (traducción: No les quedaba otra, muchachos), decide “atacar”, complicando a mandioca en contadas ocasiones hasta que… “Llega una sanción del colegiado indicando el punto penal en perjuicio de JuaniCaliccio" (Traducción: Una mentira que el pelado de ellos convirtió en gol). La historia sigue. (Aviso para los que no fueron)

No tengo muchas mas opciones que seguir citando a los muchachos de Poxipol en su extenso desarrollo sobre el encuentro del sábado pasado. Además, con el descuento en el bolsillo y sabiendo el final de la historia, el escritor (de ellos) decide aumentar el zoom de su hoja de texto para ver más grandes sus siguientes palabras “hollywoodenses”, cosa que no tienen desperdicio para un mandioquero de sabia lectura.
“Luego del descuento,Poxi saco nuevamente esa chapa que lo caracteriza de ganador y fue a buscar el empate para demostrarles a estos muchachitos contra quien estaban jugando”.

Me tomé el atrevimiento de remarcar (con negrita) la palabra muchachitos (descubrieron a mas de uno), la cual minimiza la grandeza de tamaño equipo y a lo que yo me pregunto estimado escritor poxipolero, si en el 2 a 2 pasamos a ser muchachitos, en el primer tiempo, ¿Qué éramos? Me gustaría que desarrolle una respuesta al respecto.

También, no dejar pasar la oración “sacó la chapa que lo caracteriza de ganador”… muchachitos… empatamos 2 a 2 que están festejando tanto. (No puedo perder la cordura en mis palabras, aquí me detengo)

Para terminar, una frase que redondea un texto apasionante, caracterizado especialmente por la humildad y el amor por el prójimo. “Golazo señores, 2 a 2 y Poxi que decía te falta transpiración para ganarme”

En primera persona termina este equipo un desarrollo más que futbolístico. Empate que engrandece a algunos y entristece a otros, pero empate al fin. Ninguno se llevo la victoria, ni el más grande ni el “menos transpirado”.

Solo me queda dejar una conclusión en forma de consejo. “Muchachos, cámbienle el lema al equipo por que es malísimo!!!”


(N de la R: “Se juntan y… se ponen duros”...)

miércoles, 4 de junio de 2008

Adaptación Mandioquera en su máxima expresión.


No existe circunstancia de la vida en la que el hombre no haya elaborado extremos absolutos para tratar de definir cosas o situaciones de su andar. Ciencia o religión, Socialismo o capitalismo, ¿Mate amargo o mate dulce?, Tango o Rock and Roll, el vegetariano y el carnívoro empedernido. Es verdad que entre medio de estos existen miles de paradas en las que uno se puede bajar, pero no vienen al caso, por ahora, de nuestra expresión literaria
Ante estos extremismos extremos, el fútbol no puede ser la excepción a la regla ni mucho menos. Simplificando un poco la cuestión, existen miles de equipos y en casi todos, sus jugadores son agrupados, casi de forma autoritaria, de dos maneras totalmente extremistas y diferentes. Están los habilidosos, que cargan en sus botines jugadas “mágicas y maravillosas” que roban mas de un aplauso o suspiro (uuu) rival, salvando las distancias por supuesto (las chanchas mucho no ayudan…).
Especie en extinción futbolística pero superpoblada de idealistas y admiradores de su propio juego, que muchas veces no corresponden sus palabras, con sus expresiones prácticas.
Después, esta el otro grupito, ese de los mas…, bien llamados “picapiedrones”. Hombres de pico y pala que sufren su andar en el campo de juego intentando abolir los sueños de esos “Iluminados del balompié”. Van en contra del arte, de la expresión más romántica de fútbol, no quieren belleza, magia, inspiración. Viven en los rincones más oscuros de la cancha. No lucen ni dejan lucir. Cualquier intento de habilidad agranda sus furias y redobla las apuestas de su participación.
Volviendo al comienzo del relato, decíamos que existen infinitas paradas en donde uno se puede bajar sin llegar al extremo absoluto. Aunque no viene mucho al caso, ejemplo de mate para la ocasión. Entre el dulce y el amargo, hay infinitas combinaciones que unen las dos variables finales.
Ahora, ¿Qué pasa cuando se salta de un punto a otro sin hacer escala previa?
Pocas veces en la historia ha sucedido esto. No imagino a Gardel tocando temas de Riff ni Marx comiendo en Mac Donall`s, pero existe un claro ejemplo que pasaremos a citar.
Bruno el Intratable, un apodo dice más que mil palabras. Su carrera futbolística en el amateurismo lo llevó a ocupar diferentes posiciones dentro del campo de juego, desde arquero hasta centrocampista defensivo. Siempre con el cruel objetivo de abolir la magia. Enamorado de las roturas totales del PC fútbol y fiel abonado a las tarjetas amarillas, hoy es el goleador absoluto del Deportivo Mandioca. Abandonó el overol para vestirse de frac (Dios Google: atuendo de gran gala), derroche de magia y alegría. Carril derecho que lo ve desfilar hoy, como un modelo de Ricky Sarkany.
¿Abandono de identidad?, no señores, solo algunos mal pensados lo definirían de esta forma. Superación de su andar, divertimento pa´ los que miran, alegría para los que pegan (mos). Adaptación Mandioquera en su máxima expresión.
¿Tristeza del pasado? Seguro, pero siempre se puede volver al primer amor.
Pelo corto y bincha en el bolsillo, disfruta su lapso goleador. Ejemplo de extremista confundido, Bruno el intratable es hoy, nuestro nuevo artillero. Brindemos por ello, y que vengan muchos más.
Una Mandioca en la siguiente ronda saluda a su nuevo Miguel Ángel.